La primera referencia de la expresión «monumento histórico» de que
se tiene constancia se remonta a la Francia revolucionaria de 1790,
cuando Aubin Louis Millin de Grandmaison, ante la Asamblea Nacional
Constituyente, denominó...
La primera referencia de la expresión «monumento histórico» de que
se tiene constancia se remonta a la Francia revolucionaria de 1790,
cuando Aubin Louis Millin de Grandmaison, ante la Asamblea Nacional
Constituyente, denominó monument historique a la Bastilla con ocasión
de su demolición. En distintos países europeos el nuevo uso del concepto
fue generalizándose académica y técnicamente al abordar las tareas de
restauración y rehabilitación de obras antiguas consideradas dignas de ello.
Jurídicamente, el concepto de «monumento» fue estableciéndose en cada país
paulatinamente, a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX, primero por
apelaciones genéricas a la condición monumental; más tarde con la asignación
en los presupuestos de partidas para su mantenimiento y con el nombramiento
de comisiones de expertos y personal de la administración a su cuidado; luego
por la aprobación de inventarios, registros y colecciones de elementos; y,
finalmente,
con la promulgación de leyes propias de protección y declaración de los «monumentos
nacionales» (de 1803 a 1915 en España,10 de 1795 a 1887 en Francia,11 1906
en Estados Unidos,12 1909 en Italia13). A lo largo de la primera mitad del siglo XX l
la mayoría de los países occidentales aprobó leyes de defensa y conservación de sus respectivos patrimonios.